Salud y Seguridad
En Los Ángeles, estos riesgos se multiplican debido a la proximidad de la explotación petrolera en áreas altamente pobladas que incluyen escuelas, parques y viviendas. Los impactos en la salud de la vida cerca de sitios de extracción de petróleo están bien documentados: los estudios han demostrado que la explotación de petróleo puede contribuir a los efectos de salud tales como dolores de cabeza, enfermedades del tracto respiratorio superior, náuseas, hemorragias nasales y un posible aumento en el riesgo de cáncer.
Los Ángeles ya está sobrecargada de niebla tóxica y neblina - lo que significa que las áreas expuestas a la contaminación adicional que resulta de la explotación de petróleo son algunas de las zonas más contaminadas del país.
Es conocido que fugas en los sitios de perforación en Los Ángeles liberan gas de sulfuro de hidrógeno, que es tóxico para los humanos, incluso a bajas concentraciones. La industria del petróleo de California es la mayor fuente industrial de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles, el componente clave de la niebla tóxica
"La explotación de petróleo y gas plantea riesgos más elevados para la salud cuando se realiza en zonas de alta densidad de población, tales como la cuenca de Los Ángeles, porque da lugar a que una mayor cantidad de la población se exponga a los contaminantes tóxicos del aire."
EVALUACIÓN CIENTÍFICA INDEPENDIENTE DEL CONSEJO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE CALIFORNIA
Los sitios de extracción emiten carcinógenos y disruptores endocrinos conocidos. Nadie debe ser expuesto a estas toxinas en sus hogares, escuelas o lugares de trabajo - pero eso es exactamente lo que está sucediendo en los vecindarios por todo Los Ángeles.
La triste realidad es que la mayor parte de la actividad industrial de petróleo de Los Ángeles ocurre en las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de minorías, donde los residentes no gozan de las mismas protecciones normativas como los individuos que viven en zonas más prósperas. Los sitios de perforación en el sur de Los Ángeles y Wilmington se encuentran en promedio 260 a 300 pies más cerca a las viviendas que los pozos del oeste de Los Ángeles y Wilshire, además de tener menos protecciones de seguridad.
Los angelinos que viven cerca de sitios de perforación también tienen que vivir con la amenaza constante de accidentes catastróficos. Los derrames de ácidos, productos químicos tóxicos o gases explosivos podrían poner a vecindarios enteros en riesgo. El sitio de perforación AllenCo en West Adams, un vecindario en el sur de Los Ángeles, fue cerrado después de la liberación de productos químicos tóxicos en el aire y haber envenenado a la comunidad por más de cuatro años. Debido a la falta de transparencia de la industria petrolera, los equipos de respuesta a emergencias locales no saben que esta actividad peligrosa está ocurriendo, y mucho menos contar con planes de seguridad integrales. A pesar de la magnitud de la actividad petrolera dentro de sus fronteras, la ciudad de Los Ángeles no tiene a ninguna agencia específica que se encargue de supervisar la industria petrolera. |